Kevin Alejandro Ayala Gómez
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2016
ACTIVIDAD RELIGION
1. Como cristianos, uno de los grandes desafíos
que enfrentamos hoy en día es superar la ruptura entre fe y vida. El
Concilio Vaticano II fue muy acertado al diagnosticar que «el divorcio entre la
fe y la vida diaria de muchos debe ser considerado como uno de los más graves
errores de nuestra época»1. Cincuenta años después no podemos decir
que la situación haya mejorado sino que la ruptura en muchos hijos de la
Iglesia parece más bien haberse agudizado
El Año de la fe es
una privilegiada ocasión para revisarnos, hacer un
Examen de conciencia y poner todo lo que esté de nuestra
parte para acoger la invitación de Benedicto XVI a que este año sea «un tiempo de
especial reflexión y redescubrimiento de la fe.
2
Los apóstoles,
llenos del Espíritu Santo, hablan en diversas lenguas; unos los admiran, pero
otros se burlan. 14 Pedro desaprueba a éstos, y les muestra que los apóstoles
hablan así por el poder del Espíritu Santo; que Jesús resucitó, ascendió al
cielo y ha derramado el Espíritu Santo sobre sus discípulos; que el Mesías
(Jesús), un hombre conocido por ellos como aprobado de Dios por sus milagros,
maravillas y señales, no fue crucificado sin la previa voluntad y conocimiento
del Padre, 37 Pedro bautiza a un gran número de conversos, 41 los cuales
perseveran en la doctrina, en la caridad y la oración. Los apóstoles hacen
milagros, y crece la iglesia.
CUANDO llegó el día de Pentecostés, estaban
todos unánimes juntos.
Y de repente vino del cielo un estruendo
como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban
sentados;
y se les aparecieron lenguas repartidas,
como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos.
Y fueron todos llenos del Espíritu
Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que
hablasen.
Moraban entonces en Jerusalén judíos,
varones piadosos, de todas las naciones bajo el cielo.
Y hecho este estruendo, se juntó la
multitud; y estaban confusos, porque cada uno les oía hablar en su propia
lengua.
Y estaban atónitos y maravillados, diciendo:
Mirad, ¿no son galileos todos estos que hablan?
¿Cómo, pues, les oímos nosotros hablar
cada uno en nuestra lengua en la que hemos nacido?
Partos, medos, elamitas, y los que
habitamos en Mesopotamia, en Judea, en Capadocia, en el Ponto y en Asia,
en Frigia y Pánfila, en Egipto y en las
regiones de África más allá de Cirene, y romanos aquí residentes, tanto judíos
como prosélitos,
cretenses y árabes, les oímos hablar en
nuestras lenguas las maravillas de Dios.
Y estaban todos atónitos y perplejos, diciéndose
unos a otros: ¿Qué quiere decir esto?
Mas otros, burlándose, decían: Están
llenos de mosto.
Entonces Pedro, poniéndose en pie con los
once, alzó la voz y les habló diciendo: Varones judíos, y todos los que
habitáis en Jerusalén, esto os sea notorio, y oíd mis palabras.
Porque éstos no están ebrios, como
vosotros suponéis, puesto que es la hora tercera del día.
Mas esto es lo dicho por el profeta
Joel:
Y en los postreros días, dice Dios,
Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, Y vuestros hijos y vuestras hijas
profetizarán; Vuestros jóvenes verán visiones. Y vuestros ancianos soñarán
sueños;
Y de cierto sobre mis siervos y sobre
mis siervas en aquellos días Derramaré de mi Espíritu, y profetizarán.
Y daré prodigios arriba en el cielo, Y
señales abajo en la tierra, Sangre y fuego y vapor de humo;
El sol se convertirá en tinieblas, Y la
luna en sangre, Antes que venga el día del Señor, Grande y manifiesto;
Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.
3
Nuestro cerebro
genera experiencias espirituales, religiosas, numinosas, divinas o de
trascendencia, han demostrado diversos estudios sobre la epilepsia del lóbulo
temporal, las experiencias cercanas a la muerte o sobre la posibilidad de
provocar artificialmente este tipo de experiencias. Este hecho plantea la
cuestión de si la división antinómica que solemos hacer entre materia y
espíritu es correcta, al menos en lo que respecta al cerebro
La palabra neuro-espiritualidad
quiere dar a entender que nuestro cerebro genera experiencias que se han
denominado espirituales, religiosas, numinosas, divinas o de trascendencia.
Estas experiencias se producen cuando se
hiperactivan estructuras cerebrales pertenecientes a lo que se llama sistema límbico o cerebro
emocional.
Aunque este
hecho ya era antes conocido por los efectos que tiene la llamada epilepsia del
lóbulo temporal, efectos que conoceremos enseguida, hoy se ha confirmado que
las estructuras límbicas, cuando se activan sea por estimulación eléctrica o
por estimulación magnética transcraneal, son capaces de producir estas
experiencias espirituales.
Estos hechos tienen muchas consecuencias. En
primer lugar, plantea la cuestión de si la división antinómica que solemos
hacer entre materia y espíritu es correcta, al menos por lo que respecta al
cerebro. Yo por eso al cerebro le he llamado “espiriteria” que es una
contracción entre espíritu y materia.
Que la materia
cerebral pueda producir espiritualidad nos dice que tenemos una tendencia
innata a la espiritualidad, sobre la cual se construye todo el edificio de las
religiones. Espiritualidad es un concepto más amplio que religión, ya que no
existe religión sin espiritualidad, pero sí espiritualidad sin religión, como
es el caso del budismo, del jainismo o del taoísmo.
Por eso, yo concluyo que tenemos una tendencia
innata a la espiritualidad generada por estructuras cerebrales, pero no una
tendencia innata a la religión, como algunos autores sostienen, porque la
religión es una construcción social que consta de múltiples factores.
Personas que han
estado muy cerca de la muerte o clínicamente muertas, sea por grave enfermedad,
accidente o paro cardíaco y que volvieron a la vida o de manera espontánea o
por maniobras de resucitación ha referido experiencias muy parecidas a las que
hemos referido en la epilepsia del lóbulo temporal.
Estas son las siguientes: inefabilidad, o la
dificultad de expresarlas con palabras, sensaciones de paz, felicidad y
bienaventuranza, ir por un túnel oscuro en cuyo final hay una luz blanca
brillante, sentirse fuera del cuerpo, flotando y observándose desde lo alto,
encuentro con personas fallecidas, figuras religiosas o seres espirituales y
hablar con ellos, revisión como en una película rápida de toda la vida.
Todas
estas características son muy similares a las experiencias místicas,
religiosas, numinosas, divinas o de trascendencia a las que me he referido
antes. En ellas se pierde el sentido del tiempo y del espacio y la experiencia
se considera más intensamente real que la realidad cotidiana, algo que está en
relación con la hiperactividad de una estructura del cerebro emocional llamada
la amígdala que es la que da sentido de realidad a los sucesos o estímulos que
llegan del entorno.
Todas estas experiencias se han interpretado como
que en esas circunstancias, sobre todo en las experiencias de salir fuera del
cuerpo, el alma intenta salir del cuerpo y vuelve a él cuando el peligro de
muerte ha pasado.
Sin
embargo, hoy se pueden provocar esas experiencias de manera experimental
estimulando eléctricamente una parte de la corteza cerebral conocida como el
giro angular
Estos
experimentos han sido realizados en Suiza, en el laboratorio de neurociencia de
la Escuela Politécnica Federal de Lausana, dirigido por el neurólogo Olaf Blake.
Las experiencias cercanas a la muerte no están aún
explicadas en su totalidad, pero sí de manera aproximativa. Es de suponer que
la falta de oxígeno y la producción aumentada de anhídrido de carbono en esas
circunstan
4.
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